La flor de jamaica, conocida con el nombre científico Hibiscus sabdariffa, es una planta medicinal que se caracteriza por ser rica en antocianinas, un compuesto que le otorga su característica coloración roja.
En la lista de propiedades que se le atribuyen a esta planta destacan las vitaminas A, C y B1 y minerales como hierro, fósforo y calcio, lo que la hacen ideal para personas que quieran consumir agentes antioxidantes, antiinflamatorios y antihipertensivos, precisa el National Health Institute, de Estados Unidos.
Gracias a la vitamina C, esta flor ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, también combate infecciones respiratorias, la anemia y la fatiga. El agua de flor de jamaica es ideal para ser consumida todos los días, pues además ayuda a conciliar el sueño y a reducir problemas de insomnio, al tiempo que posee propiedades diuréticas que estimulan la limpieza de los riñones y la reducción de toxinas del hígado.
Diferentes investigaciones han concluido que la flor de jamaica ayudaría a prevenir y a controlar la hipertensión arterial leve y moderada, pues favorece el relajamiento de los vasos sanguíneos. “Se cree que este efecto podría deberse a su contenido de antocianinas y a sus propiedades antioxidantes y a su efecto diurético”, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Este sitio web indica que algunos estudios científicos han sugerido que la ingesta regular del agua de esta planta podría ejercer un efecto similar al de algunos medicamentos antihipertensivos, como el captopril, por ejemplo. No obstante, es importante tener claro que no debe sustituir el tratamiento indicado por el médico, pues se requiere más investigación científica.
Un estudio publicado en la revista científica Journal of Nutrition encontró que consumir té de esta planta redujo la presión arterial en personas con riesgo de presión arterial alta y en aquellas con presión arterial levemente alta. Los participantes de la investigación consumieron tres porciones de ocho onzas de té al día durante seis semanas, evidenciando una reducción significativa en su presión arterial sistólica.
Adicionalmente, su consumo regular podría ayudar a disminuir el colesterol LDL, conocido como malo, y aumentar el bueno (HDL). También podría bajar el nivel de triglicéridos.
El portal especializado en salud Healthline cita un estudio realizado en 2011 en el que se compararon los resultados del consumo de flor de jamaica versus el té negro, sobre los niveles de colesterol.
Un total de 90 personas con presión arterial alta consumieron hibisco o té negro dos veces al día. Después de 30 días, ninguno de los grupos tuvo cambios significativos en sus niveles de colesterol LDL, pero sí evidenciaron aumentos significativos en los de colesterol total y HDL o bueno.
A esta planta también se le atribuyen bondades para ayudar a regular el azúcar en la sangre, debido a que podría inhibir la actividad de algunas enzimas pancreáticas e intestinales que se encargan de la digestión de los carbohidratos en el intestino delgado, evitando así picos de glucemia y una excreción excesiva de insulina.
También se dice que ayuda a limpiar el hígado y los riñones, gracias a que aporta en la eliminación de las toxinas del cuerpo por medio de la orina. No obstante, es importante tener claro que no es un tratamiento, pero que podría ser un complemento.
El portal Tua Saúde indica que gracias a su contenido de polifenoles, principalmente antocianinas, flavonoides y otros compuestos fenólicos, como el galoil, el ácido clorogénico, la quercetina y el ácido cafeico, el consumo regular de flor de jamaica podría favorecer la pérdida de peso y prevenir la obesidad.
“Se cree que este efecto pueda deberse a que ayuda a regular el azúcar en la sangre, disminuye la absorción de los carbohidratos a nivel intestinal y mejora el metabolismo de las grasas en el organismo, e incluso podría controlar el apetito, pues algunos estudios indican que podría influenciar algunas hormonas, como la grelina y leptina, que se encargan de regularlo”, precisa el mencionado sitio web.
REFERENCIA: REVISTA SEMANA.